CHISTES DE CATALANES

España es un país con 17 comunidades autónomas, donde cada región tiene sus estigmas y famas. Así como los vascos tienen para los chistes fama de fuertes y brutos, y los de Lepe de lelos, los catalanes tienen fama de tacaños. Esto tan solo son estigmas humorísticos que se han estado utilizando desde hace muchos años.

Los chistes de catalanes son ideales para compartirlos con amigos o familiares catalanes. Mayoritariamente son chistes avaros relacionados con el dinero. Sácale una sonrisa a tu amigo o amiga y ¡dile que es gratis!.

 

Los mejores chistes de Catalanes

 

Un padre catalán que le dice a su hijo:
– Jordi, dile al vecino que nos preste el martillo para clavar un clavo.
Jordi se acerca al piso del vecino y vuelve enseguida.
– Papá, dice el vecino que no nos va a prestar el martillo, porque se le puede gastar.
– Joder hijo, hay que ver lo tacaños que son algunos. Venga, saca el nuestro.


  Un catalán le habla a su hijo:
– Éste reloj perteneció a mi tatarabuelo. De mi tatarabuelo pasó a mi bisabuelo, de mi bisabuelo a mi abuelo, de mi abuelo a mi padre, de mi padre a mí, y ahora quiero que pase a ti. Te lo vendo.


Estaba un catalán en su casa y le da un ataque cardíaco, avisan a la ambulancia, lo montan en la camilla, lo suben en la ambulancia y de camino el médico le dice a su ayudante:
– ¡Rápido, póngale la mascarilla!
Y el catalán:
– ¡No, por favor, póngame la más baratilla!


Un catalán se encuentra con un amigo:
– Pero tío, ¿dónde está tu anillo de matrimonio?
– Es que esta semana lo lleva mi esposa.


– Papá, ¿qué significa patriota?
– ¿Has visto todos esos catalanes que piden la independencia?
– Sí.
– Po tráeme una birra. Y pa-ti-otra.


Va un Catalán por Barcelona con muchas maletas encima. Hace parar un taxi y le pregunta al taxista:
– ¿Por cuánto me lleva al aeropuerto?
– Por 30 euros.
– ¿Y las maletas?
– Las maletas se las llevo gratis.
– Entonces, llévame las maletas, yo me voy caminando.


Jordi, el otro día unas chicas llamaron a mi puerta y me pidieron una pequeña donación para una piscina local. Les di un vaso de agua.


¿Qué hace un catalán cuando tiene frío?
Se acerca a la estufa.
¿Y cuando tiene mucho frío?
La enciende.


¿Cómo meterías a 100 catalanes en un 600?
Tirando un euro dentro.
¿Y cómo los sacarías?
Diciéndoles que es un taxi.


¿Sabéis por que un catalán nunca compra un frigorífico?
Porque no puede estar seguro de si la luz se apaga al cerrar la puerta.


En una cafetería de La Rambla de Barcelona entra una tía totalmente desnuda, se acerca a la barra y pide una caña. El camarero se queda perplejo mirándola. La chica le dice:
– ¿Qué ocurre? ¿Por qué se queda parado? ¿Es que nunca ha visto a una mujer desnuda?
A lo que el camarero responde:
– No es eso, desnudas he visto varias, lo que estoy pensando es con qué me va a pagar la caña.


Un catalán que esta arrancando el papel pintado de su casa es visitado por un amigo:
– ¿Qué, redecorando la casa?
– No. De mudanza.


– ¿Sabes cómo se invento el hilo de cobre?
– Dos catalanes tiraron a la vez de una peseta.


– Escolta, Jordi, te has enterado que tengo un hijo invertido, eh?
– Pues no. ¿Y a que interés?


Un Catalán sube a un taxi y cuando llega le dice el taxista:
– Son 10€.
Y el hombre le da 5 y le dice el taxista:
– Oiga le he dicho que son 10€.
– Si pero hemos ido los dos.


Entra un madrileño a un bar en Barcelona y se pide una caña. Cuando va a pagar le dice el camarero:
– Son dos euros amb cinc centims (se lo dice en catalán, 5 céntimos).
Entonces el de Madrid saca y le da dos monedas de 1 euro, a lo que contesta el camarero:
– No, no, i cinc.
El de Madrid pasa de todo, se lo repite varias veces hasta que ya por fin dice el camarero:
– Que faltan cinco céntimos.
Y el madrileño contesta:
– Ya sabia yo que por cinco céntimos ibas a hablar castellano.


Un pobre empleado se acerca a la oficina de su jefe catalán y le dice:
– Disculpe señor gerente… pero hace seis meses que no cobro…
– Está disculpado, García.


Va Jordi a la Caixa de Cataluña y se acerca al cajero.
– Buenos días, Don Jordi – lo saluda el cajero atentamente, que era un andaluz emigrado -.
– «Bonis» días. Vengo a sacar un crédito de 1 euro.
– ¿1 euro? Pero Don Jordi, le retiro esa cifra de cualquiera de sus cuentas o inversiones y listo.
– No,…yo quiero un crédito de 1 euro a pagar en 1 mes. Si no  hay crédito, retiro inversión, retiro dinerito, retiro joyas, retiro todo, eh!
– Pero no Don Jordi, no es para tanto, si usted quiere el crédito  se lo damos.
Le acerca los papeles para que lo firme.
– ¿Cuánto es el interés?
– 6% Mensual. (Mirada de suficiencia y reproche…)
– Pero por ser usted, se lo podemos dejar en un 3%.
– «Molt bien», pero quiero dejar en garantía de pago mi BMW.
– No por Dios, no es necesario con sus cuentas es mas que suficiente.
– Si no dejo BMW de garantía, retiro inversión, retiro dinerito, retiro joyas, retiro todo, eh!
– Está bien Don Jordi, puede dejar su BMW en garantía en la bóveda del Banco hasta dentro de 30 días.
– Perfecto!!
Vuelve a su casa y le dice a su esposa:
– «Escolti» nena, ya podemos ir de vacaciones tranquilos, conseguí estacionamiento vigilado por 1,03 euros el mes completo!!!


Era un catalán tan tacaño que una vez estaba soñando que estaba comiendo y cuando le tocaba pagar la cuenta, se despertó.


– Lo siento pero eres un agarrado y un tacaño asqueroso, no pienso casarme contigo, toma, te devuelvo tu anillo.
– ¿Y la cajita?


Estaba una familia de catalanes reunida ante el féretro del padre recién fallecido, cuando el hijo menor dice:
– Ahora tendremos que hacer realidad la última voluntad de nuestro padre; Ser enterrado con un millón de euros en el ataúd.
El hijo mediano añade:
– Sí, bueno…..pero en realidad sólo pondremos 750.000 euros, porque hay que descontar el IRPF.
El hijo mayor cae en la cuenta y añade a lo ya dicho:
– También tendremos que deducir el IVA…
En esto, la viuda entra en la conversación de forma contundente y dice:
– ¡Basta ya! Vuestro padre no merece estos regateos. Se le enterrará con la tarjeta de crédito….y que él gaste cuanto le apetezca.


Un catalán llegó a una farmacia con un condón agujerado y le pidió al farmacéutico que le pusiera un parche. Una vez arreglado, el catalán pagó y dijo:
– ¿Me puede hacer una factura? Es que es para una peña.


Jaume da vueltas en la cama y no consigue conciliar el sueño. Mañana vencerá un pagaré que le debe a Jordi, quien vive justo al lado de su casa.
Rebeca, la mujer de Jaume dice:
– ¡Cálmate querido! Ya encontraremos la solución.
– Este asunto no me deja dormir.
Rebeca, entonces, abre la ventana y grita para que la escuchen en la casa de al lado:
– ¡Jordi, Jaume no va a pagarte el pagaré porque no tiene ningún euro!
Vuelve a la cama y dice:
– Ya le avisé a Jordi. Ahora el que no va a poder dormir es él.


Era un catalán tan tacaño, que vendió el reloj para no dar la hora.


Un catalán va a un baño público que se encuentra exageradamente desaseado. El inodoro se encuentra lleno de excrementos y orines. Cuando se acerca a este se le cae una moneda de 5 céntimos adentro. En eso exclama:
– Ahora que hago, ¡son 5 céntimos pero meter la mano ahí…!
Entonces saca una moneda de 1 euro y lo echa al inodoro.
– Bueno por 1,05 euros ¡si la meto!!


En un hospital un catalán se acerca al laboratorio para realizarse un análisis de orina. El enfermero se sorprende al ver que lleva no un frasco pequeño sino todo un balde. Le mira y dice:
– Don Jordi, sólo es necesario un poco.
Pero el hombre se niega e insiste hasta que es aceptado. Al día siguiente el médico llama a su casa y le informa:
– Don Jordi, le informo que en los análisis de la orina, todo el balde salió perfecto.
El hombre agarra el teléfono y llama a sus amigos reunidos en un bar, y dice:
– Torrens, te llamo para que le informes a los demás que salimos bien en el examen…


Un catalán en su lecho de muerte susurra:
– Rebeca, Rebeca… ¿dónde estás, esposa querida?
– Aquí estoy, esposo mío… al lado suyo.
– Y mi hijo Jusep… ¿dónde está?
– Aquí estoy, padre… al lado suyo.
– Y mi hija Leyla… ¿dónde está?
– Aquí estoy, padre… al lado suyo.
– Y mi hijo Jaume… ¿dónde está?
– Aquí estoy, padre… al lado suyo.
– Y entonces… ¿quién cullons está atendiendo el negocio?


Seis catalanes apostaron un euro a ver quien aguantaba más tiempo con la cabeza dentro de un cubo lleno de agua y se ahogaron los seis.


Un domingo por la mañana, en una iglesia en Madrid, el cura hace la colecta y ve tres monedas de un céntimo entre los billetes, así que dice:
– Hombre, hoy está entre nosotros un catalán.
Al fondo de la iglesia se oye tímidamente:
– Oye, ¿le decimos que somos tres?


chistes de catalanes

SABEN AQUEL QUE DIU? CHISTES DE EUGENIO HUMORISTA.

 

Uno de los humorísticos más famosos de Cataluña ha sido el catalán Eugenio, el cual se hizo famoso por sus apariciones en televisión durante las décadas de 1980 y 1990, en las que contaba chistes, o como el mismo decía, interpretaba chistes o historias. En el siguiente enlace podréis ver algunas de sus intervenciones en la televisión.

https://youtu.be/mEBSaQOHXLw

Si habéis visto el video o ya habías visto actuar a Eugenio, habréis podido apreciar que parte de su efectividad residía en su semblante permanentemente serio – “sólo me río cuando cobro”, solía decir -,​ en los cambios de ritmo que imponía apoyándose en las pausas para beber y fumar o encender los cigarrillos, vestido siempre de negro y con gafas, y en que no necesitaba recurrir a ninguna imitación de acentos o voces.

Este cómico de Barcelona actuaba en castellano, pero con un notado acento catalán y alternando algunas palabras en catalán. También solía meter en sus actos alguna expresión típica catalana, como se ha podido leer en los chistes de catalanes, como “nen”, “la mare de déu”, “nena”, “osti tu” o “carai”.

Una de las frases que más popularizó fue la de “Saben aquel que diu…?” debido a que así solía empezar muchos de sus chistes. A continuación os dejamos algunos de esos chistes contados por un catalán que tanta gracia producía y sigue produciendo:

Saben aquel que diu que es un catalán que va al médico y le dice:
– Doctor dice mi mujer que no sé decir Federico.
– A ver repítalo.
– Fe-de-ri-co.
– Pues lo dice muy bien, vaya a su casa y dígale a su mujer que venga para una revisión del oído.
Una vez en casa:
– Cariño dice el médico que estoy bien. ¡Voy a coger dos cervezas del federico y lo celebramos!


Dos andaluces bailando y uno le dice al otro:
– ¡Ole tu madre!
Y dice el otro:
–  ¡Olerá la tuya!


Saben aquel que se encuentran dos amigos y uno le dice al otro:
– Oye, ya he encontrado trabajo.
– ¿Ah sí, dónde?
– En Santiago.
– ¿De qué?
– ¡De Compostela!


Saben aquel de diu que un niño con 38 años que nunca había hablado y de pronto mientras toman café en el desayuno le dice a la madre:
– ¡A este café le falta azúcar!
La madre escandalizada dice:
– ¡La mare de Déu sin llevarlo a Fátima y ha hablado!
Dice el niño:
– Es que hasta ahora todo estaba bien…


Saben aquel que diu que un tío va a confesarse, se arrodilla ante el confesionario y dice:
– Oiga padre, usted es el que aparta la mujeres del mal.
– Sí, hijo sí.
– Pues apárteme dos para el sábado.


Dos amigos se encuentran por la calle:
-¡Qué suerte has tenido de encontrar una mujer millonaria, tú!
– ¿Suerte? ¡Suerte ella, que si no llega a tener un duro se queda soltera!


Saben aquel que un marido le dice a su mujer:
– Nena, estás haciendo progresos, sólo te has tirado tres cuartos de hora al teléfono. ¿Quién era?
– Se habían equivocado…


Un amigo le dice al otro:
– ¿Y tú desde cuando llevas gafas.
– Desde que intenté matar una mosca de un manotazo.
– No lo entiendo…
– Pues que no era una mosca, era un clavo.


Como se ha apreciado, la mayoría de su humor era de género absurdo, por lo que podréis encontrar  más chistes de este tipo en la sección de chistes cortos o malos. ¡A REÍR!