Los chistes de mamá mamá son dudas o quejas que el hijo o hija les dicen a su madre, siendo una conversación muy chistosa. Estos chistes son conocidos como chistes de mamá, mamá en el colegio me dicen o mamá mamá en la escuela me llaman porque la mayoría de los chistes graciosos son bromas sobre motes que les dicen a sus hijos o hijas en el colegio. Sacarle una sonrisa a vuestra madre contándoles uno de los siguientes chistes de mamá:
– Mamá, mamá, en el colegio me llaman culona.
– Calla y ayúdame a doblar tus bragas.
– ¡Mamá, mamá! ¡Me pica la cabeza!
– ¿En qué kilómetro?
– ¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman cabezón!
– ¿Y tú que les haces, hijo?
– Yo, les persigo.
– ¿Y les coges?
– ¿Cómo? ¡Si se meten por callejones estrechos!
– ¡Mamá, mamá! ¿Qué es un travesti?
– No sé, ve y pregúntale a tu mamá.
– Mamá, ¿el inodoro da vueltas?
– No
– Entonces me cagué en la lavadora.
– Mamá, mamá, ¿me haces un bocata de jamón?
– ¿York?
– Sí, túrk.
– ¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman mono!
– ¡No les hagas ni caso y péinate la cara!
– ¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman maricón!
– ¿Y tú que les haces?
– ¡Les pego con el bolso!
– Mamá, mamá, en el colegio me llaman peludo.
– ¡Pepeee, el perro esta hablandoo!
– Mamá, mamá la cagué, ¡la cagué!
– No hijo todo, en la vida tiene solución.
– No. Es que quería despertar a mi hermana con un pedo y la cagué…
– ¡Mamá, mamá! ¿La luz se come?
– No hijo, claro que no, ¿Por qué?
– Porque ayer noche cuando Paula estaba en su cuarto con el novio le dijo: ¡Apaga la luz que me la voy a comer enterita!
– ¡Mamá, mamá! ¡Yo de mayor quiero ser skin-head!
– ¡Mira hijo, encima de negro, eres gilipollas!
– Mamá, mamá. En el colegio me llaman despistado.
– Su tabaco, gracias.
– Mamá, mamá ¿Me puedo tirar a la Bartola en el sofá?
– Sí.
– Vamos Bartola, que me dejan.
– ¡Mamá, mamá! ¡Ya no quiero conocer al abuelito!
– ¡Cállate y sigue cavando!
– ¡Mamá, mamá! ¿Puedo comer madera?
– No hijo, ¿Estás loco? ¡La madera no se come!
– ¿Y entonces por qué ayer por la noche le estabas diciendo a papá «qué rico palo»?
– ¡Mamá, mamá! ¿Por qué empujamos el coche hacia el barranco?
– ¡Cállate, que vas a despertar a tu padre!
– Mamá en el colegio me llaman dientudo.
– Ah! pues sal del comedor porque puedes rallar la mesa.
– Mamá ¿por qué me llamo Claudio?
– Porque yo me llamo Claudia.
– ¡Que suerte! Menos mal no te llamas Ana.
– Mamá, mamá me siento orgulloso.
– ¿Por qué hijo?
– Porque monte este puzle en 9 meses y en la caja dice de 3 a 5 años.
– Mamá mamá en el colegio me dicen cabeza de planeta.
– Ya hijo, ya te dejarán de decir eso.
– Mamá me duele la cabeza.
– En que continente.
– Mamá, mamá, hay una corrida en la tele.
– ¿En qué canal?
– No, no, que la limpies.
– Mamá, mamá en el colegio me llaman detective.
– ¿Y eso por qué hijo?
– Cállate mamá, aquí las preguntas las hago yo!
– ¡Mamá, mamá! En el colegio no saben decir mi nombre.
– ¡Cállate Bonifacioestuladicolofeilo Cantinflas Sánchez que no me dejas oír las noticias!
– Mamá, mamá… ¿Puedo ir a una fiesta de 15 años?
– No hijo, es demasiado larga.
– Mamá, mamá por favor, llévame al circo.
– No, hijo, si quieren verte que vengan a casa.
– Mamá, mamá ¿Dónde está la Cordillera de los Andes?
– No sé, nene. Aquí quien lo guarda todo es tu padre.
– Mamá, mamá… ¿Tú te has casado por iglesia o por civil?
– Me he casado por estúpida, hija.
– Mamá, mamá, ¿es cierto que descendemos de los monos?
– No sé hijita, tu padre nunca me ha presentado a su familia.
– Mamá, mamá, en el colegio me llaman Walkie Talkie, cambio.
– Mamá, mamá, en el colegio me llaman Lady Gaga.
– ¿Quién te dice eso?
– ¡Ale, Alejandrooo!
– Mamá, mamá. En el colegio me llaman friki.
– ¿Y tú qué haces?
– Me bajo tres puntos de carisma.
– Mamá, mamá ¿Cuándo comeremos pan de hoy?
– Mañana.
– Mamá, mamá ¿Por queEÉ papAAÁ matOOÓ al pregoNEROOO?
– Mamá, mamá. En el colegio me llaman Bon Jovi.
– Iré a hablar con tu profesor.
– No mamá. It’s my life.
– Mamá, mamá. En el colegio me llaman víbora.
– ¿Se lo has dicho a tu profesor?
– Szzsszzzssssiii
– ¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman mentiroso!
– ¡Cállate hijo, si tu no vas al cole!
– ¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman hijo de vaca!
– ¡Muuurmuraciones, hijo, muuuurmuraciones!
– ¿Mamá, soy fea?
– No hija, tienes lo que todo hombre desearía para si.
– ¿En serio?
– Sí, tienes voz gruesa, espalda ancha y pelos en el pecho.
– Mamá, un ovni se ha llevado a papá.
– No te preocupes, mañana está de vuelta. Venían buscando gente inteligente.
– Mira Mamá, ya me están creciendo los pechos.
– Sí, ya vi, tienes que empezar adelgazar un poco Manuel.
– ¡Mamá, mamá! ¡El abuelo se ha caído por la ventana!
– Entonces irá al cielo…
– ¡Jo, pues sí que bota!!
– ¡Mamá, mamá! Cuando me crezcan los dedos… ¿Los puedo volver a meter en el ventilador?
– Mamá, mamá en la escuela me dicen dorito.
– No llores nacho.
– Mamá, mamá, me mentiste.
– No hijo.
– Sí, me mentiste.
– No hijo.
– Sí, me dijiste que mi hermano era un ángel pero lo tire por la ventana y no voló.
– Mamá, mamá en el colegio me llaman detergente.
– Tranquilo Ariel.
– Mamá, ¿por qué usas maquillaje?
– Así me veo más linda.
– Y.. ¿cuánto tarda en hacer efecto?
– Mamá, Mamá… ¿Cuánto cuesta casarse?
– No tengo ni idea, hija, todavía no he terminado de pagar las consecuencias.
– Mamá, mamá… ¿por qué en la escuela me dicen «fin de semana»?
– No sé, Domingo.
– Mamá, mamá… ¿Por qué te casaste con papá?
– Por tu culpa, hija. Por tu culpa…
– ¡Mamá, mamá! El abuelo esta tirando la basura por la ventanaaaaaaaaaaaaaaa…
– ¡Mamá, mamá! ¿Qué es robar?
– Ahora no puedo, hijo, ¡Sigue corriendo!.
– Mamá, mamá… En la escuela me dicen hijo de perra.
– ¡Guaaau!
– Mamá, mamá… ¿Puedo jugar con el abuelo?
– Bueno, pero después vuelve a enterrarlo. ¿De acuerdo?
– ¡Mamá, mamá! ¿Qué es paranoico?
– ¡Probablemente crees que no lo sé y me quieres pillar! ¿No? ¡O quizá te piensas que soy tonta!
– ¡Mamá, mamá! ¿Qué es hostilidad?
– ¡Una pregunta más y te mato! ¿Me oyes, cabrón? ¡Te mato!
– Mamá, en el colegio nadie quiere hablar conmigo…
– ¡Mamáaa! ¿Adónde vas? ¡Mamáaa! ¡Vuelveee!
– ¡Mamá, mamá! ¿Qué es la apatía?
– ¡Bah! ¿Y qué más da?
– Mamá, mamá ¿mi papá es mago?
– No hijito, es electricista.
– Mamá, mamá ¿mi papá es mago?
– No hijito, es electricista
– ¡Mamá, mamá ¡mi papá es mago!
– Esta bien hijo ¿por qué lo dices?
– Porque junto dos cables, ¡echo chispitas y desapareció….!
– Mamá, mamá en el colegio me llaman egoísta.
– Anda ya, y una mierda para ellos.
– Sí, ¿y para mí que?.
CHISTES DE MAMÁ, MAMÁ, EN EL COLEGIO ME LLAMAN
La gran mayoría de los chistes de mamá, mamá, tienen como lugar protagonista la escuela. Estos chistes son muy famosos entre los niños, sobretodo porque la mayoría los aprenden en dicho lugar. “En el colegio me llaman…” Cuando escuches esta frase de tu hijo prepárate para escuchar un chiste.
La estructura del chiste es simple y casi siempre igual. Empieza con una queja o reclamo del niño hacia la mamá, donde la madre le responde de forma graciosa, tonta o ingeniosa, siendo fácil de recordar por un niño, al tratarse solo de 2 o 3 cortas frases.
Los niños y niñas repiten constantemente mamá, mamá cuando quieren contar o explicar algo o simplemente cuando están aburridos y reclaman atención. Si es el caso de que esta aburrido, suéltale un chiste de mama, mama a tu hijo a ver su reacción. Disfrutareis de un gracioso momento madre e hijo y estimularás su humor. A continuación te recomendamos la siguiente selección de chistes para estimular el buen humor de los niños y no tan niños…:
– Mamá, mamá… En la escuela me dicen «Superman».
– Ay hijo, ¡otra vez te has puesto el calzoncillo arriba del pantalón!.
– Mamá, mamá en la escuela me llaman vaca.
– ¿Quién te dice eso para mañana ir a hablar con el director?
– Muuuuuuuucha gente.
– Mamá, mamá ¿por que estas con los ojos cerrados adelante del ordenador?
– Porque Windows ha dicho que cierre las pestañas.
– Mamá, mamá en el colegio me llaman Shampoo.
– Tranquilo Johnson, no más lagrimas.
– ¡Mamá, mamá! En el colegio me llaman Windows Vista.
– Cállate hijo y ve a tu cuarto a hacer algo útil.
– Mamá, mamá, en la escuela me dicen peludo!
– ¡¡Ahh por dios!! Un mono que habla!!
– Mamá, mamá en la escuela me dicen cebolla.
– Tranquilo hijo, anda a bañarte.
– Mamá, mamá ¿el chocolate camina?
– No hijo ¿por qué?
– Ah, entonces me comí una cucaracha.
– Mamá, mamá en la escuela me dicen espiritista.
– Mamá, mamá si estas aquí dame una señal.
– Mamá, mamá que buena está la paella.
– Pues repite hijo, repite.
– Mamá, mamá que buena esta la paella.
– Mamá, mamá en el colegio me llaman mariquita.
– Pues pégale al que dice eso.
– Ay no! es que es taaan guapoo.
– Mamá, Mamá, afuera está frío.
– Bueno, dile que pase.
– Mamá, mamá, en el colegio me llaman azafata.
– ¿Quienes hija?
– Los de adelante, los de atrás y los de ambos lados.
– ¡Mamá, mamá! Están golpeando la puerta.
– Déjala, que se defienda sola.
– ¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman MISION IMPOSIBLE!
– ¿Por qué, hijo?
– Tan tan tan tan tan tan tan tan tan…
– ¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman MISION IMPOSIBLE 2!
– ¿Bueno, y por qué, hijo?
– Tirori… tirori…
– Mamá, mamá, me tragué un tocadiscos y no me pasó nada, y no me pasó nada, y no me pasó nada, y no me pasó nada, y no me pasó nada, y no me pasó nada, y no me pasó nada…
– ¡Mamá, mamá! ¿Qué es la amnesia?
– La amnesia es… ¿Qué me has preguntado?
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